jueves, 5 de agosto de 2010

Identidad y Estratificación

La identificación lleva también a la estratificación de las sociedades. En un extremo están los individuos que pueden componer y desconponer sus identidades mas o menos a su voluntad. En el otro están aquellos que no puede elegir sus identidades, gente a la que no se le da ni voz ni voto para decidir sus preferencias, y que cargan con el lastre de identidades que otros les imponen. Éstas son identidades que estereotipan, que excluyen, que humillan y deshumanizan. A esta gente se la considera una “clase inferior”, su identidad es la ausencia de identidad. Estas personas se desfiguran hasta la anulación de su individualidad, de su “cara”. Un ejemplo pueden ser los refugiados, o simplemente los mendigos, drogodependientes... Aunque la mayoría de nosotros estamos entre estos dos extremos. La suerte de poder elegir una identidad estimulante se ve troncada por el miedo. Si nuestros intentos fracasan por incapacidad o poca determinación, otra identidad no deseada puede superponerse a la que nosotros hemos elegido.

Exclusión y desecho

Desecho o basura es lo que apartamos porque ya no nos sirve, pero además es el témino que usamos para definir todo lo que despreciamos. Según la perspectiva cognitivo-estructuralista de Mary Douglas, el desecho es aquello que va en contra de la clasificación social, o que simplemente se sale de ella.
La sociedad capitalista excluye a las personas que no son necesarias para completar el ciclo de consumo, imposibles de situar en un marco social. Así se generan desechos humanos.
Es la exclusión, más que la explotación sugeridad por Marx hace siglo y medio, lo que subyace actualmente en los casos de polarización social, desigualdad, crecimiento de humillación, sufrimiento y miseria humana.


“La burguesía europea erigió la basura en uno de sus enemigos preferidos desde desde el inicio de la modernidad”

Gil Villa, Elogio de la basura. La resistencia de los excluidos.

Todo hombre

«Todo hombre es en ciertos aspectos
a) Como todos los demás hombres,
b) Como algunos de los demás Hombres
c) Como ningún otro hombre»

Kluckhohn y Murray